En esta práctica guía os proponemos arremangaros y, con tiempo y una taza de café a mano, tratar múltiples cuestiones que pueden estar frenando vuestro sistema Windows 7. Esta guía forma parte de un total de 3 guías paso a paso que iremos publicando en sucesivas fechas.
1. INSTALAR UN OPTIMIZADOR DEL SISTEMA
Instalar una aplicación de optimización del sistema como, por ejemplo, Tuneup Utilities 2012 nos permitirá ahorrarnos bastantes de los siguientes pasos, por lo que es nuestra primera recomendación. Además, el programa monitorizará periódicamente el estado del ordenador para saber si su estado ha sido alterado, aplicando algunas correcciones automáticamente.
2. DESFRAGMENTAR EL DISCO DE FORMA REGULAR
Es una recomendación básica, puesto que el disco tradicional (con plato giratorio y pinza magnética) empieza a desordenar la información al cabo de un tiempo. Esto se debe a que la información está escrita en bloques, no como un todo. Si el tamaño de la unidad de asignación del disco es de 4096 kb (4mb) y copiamos un archivo de 16 mb en el disco, éste abarcará 4 porciones de 4mb en él mismo.
Si movemos o copiamos ese archivo a otra carpeta (parte del disco) y además llenamos esa información con otro archivo distinto, lo primero que pasará es que, siguiendo la tabla maestra (mft) de archivos de Windows, que actua a modo de libreta de direcciones, el sistema mirará primero en la ubicación original del archivo malgastando algo de tiempo, pero si además hay otro archivo ocupando ese lugar como hemos dicho, también perderá varios milisegundos en leer dicho archivo y asegurarse de su identidad.
Desfragmentar los discos duros es la forma de evitar esa fragmentación de la información. Es un proceso que puede tardar desde 10 minutos hasta varias horas, dependiendo en gran medida del tamaño total del disco y de la fragmentación del volumen. Lo recomendable para un usuario medio es ejecutarlo cada 15 días al menos. Esta característica viene incluida en soluciones de mantenimiento, pero aquí explicaremos como usar la utilidad de Windows 7.
Para abrir el desfragmentador de Windows nos valdremos de una de estas rutas:
– Inicio > Todos los programas > Accesorios > Herramientas del sistema > Desfragmentador de Disco.
– O pulsaremos en Inicio y usaremos la barra de búsqueda (si está habilitada)
Escribiremos las primeras letras de la aplicación ya aparecerá arriba, pinchamos y listo.
En la interfaz del programa sólo tendremos que pinchar en Analizar Disco o Desfragmentar Disco (bastará con que hagamos esto último) sobre cada una de las unidades, incluso podremos ejecutarla con pendrives. Esperaremos a que termine y cerraremos el programa.
3. DESINSTALAMOS PROGRAMAS INNECESARIOS
Cuando tengamos programas sin usar desde hace mucho tiempo puede ser conveniente volver a ganar ese espacio en disco, sobre todo en equipos antiguos o portátiles.
Para ello:
– Inicio > Panel de Control > Programas y Características (deberemos tener activada la vista por Iconos en lugar de Por Categorías.
Después veremos el listados completo de programas con algunas estadísticas de uso.
Bastará con seleccionar el programa y presionar sobre Desinstalar (parte superior)
4. EJECUTAMOS EL LIMPIADOR DE ESPACIO EN DISCO
Otra característica propia de Windows, nos permitirá eliminar archivos inútiles como: temporales de internet, backups antiguos, etc.
Para ello:
– Inicio > Todos los programas > Accesorios > Herramientas del Sistema > Liberador de Espacio en Disco.
Seleccionamos la unidad a limpiar y comenzará el análisis. Se nos mostrará la siguiente pantalla.
Ahí podremos excluir o incluir archivos a nuestra conveniencia.
5. REDUCIR O DESACTIVAR EFECTOS VISUALES
La interfaz de Windows 7 es más atractiva que en versiones anteriores, pero esto también conlleva un coste computacional. Si nuestro equipo tiene, por ejemplo, menos de 2gb de memoria Ram o un chip de gráficos integrado nos podría interesar revisar esos efectos.
– Inicio > Panel de Control > Sistema > Configuración Avanzada del Sistema
En la pestaña Opciones Avanzadas, dentro del apartado Rendimiento > Configuración
Obtendréis la ventana que aparece arriba, donde pódeis elegir los elementos a modificar. Veréis que Windows tiene varios filtros en la parte superior para ahorraros el trabajo de selección. Si selecionáis por ejemplo, “Ajustar para obtener el mejor rendimiento” el resultado será una interfaz similar a la de anteriores versiones de Windows.
Si queréis ganar rendimiento sin perder totalmente la interfaz os recomendamos: seleccionar “Ajustar para obtener el mejor rendimiento” y después activar lo siguiente:
– Habilitar Aero Peek
– Usar estilos visuales en ventanas y botones
– Usar sombras en las etiquetas de iconos de escritorio (es muy recomendable si no queréis que las nombres de los iconos queden sobreados de forma fea y mal integrados en el aspecto general.
Con esto habremos conseguido ajustar un poco más el rendimiento visual.
6. EJECUTAR MENOS PROGRAMAS AL MISMO TIEMPO
Puede parecer un detalle sin importancia, pero en gran medida dependiendo de cómo usemos el ordenador así se comportará éste. Si no tenemos un sistema con procesador multinúcleo os recomendamos no abrir demasiados programas consumidores de cpu al mismo tiempo. Por ejemplo, tener en uso al mismo tiempo instancias de: Abode Photoshop CS, varios navegadores, editor de textos, reproductor de audio y un programa de edición de video sería demasiada carga para un sistema de un núcleo, buscad el equilibrio.